(Mt 17,22-23; Lc
9,43b-45)
30Se marcharon de
allí y fueron atravesando Galilea; no quería que nadie se enterase, 31porque
iba enseñando a sus discípulos. Les decía:
-Al Hombre lo van a
entregar en manos de ciertos hombres, y lo matarán; pero, después que lo maten,
a los tres días resucitará.
32pero ellos no
entendían aquel dicho y les daba miedo preguntarle.
33ªy llegaron a
Cafarnaún.
Los Doce y «el
chiquillo»: Los dos grupos de seguidores (Mt 18,1-5; Lc 9,46-48)
33bCuando llegó a la
casa, les preguntó:
-¿De qué hablabais
por el camino?
34Ellos guardaron
silencio, pues en el camino habían discutido entre ellos quién era el más
grande. 35Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
-Si uno quiere ser
primero, ha de ser último de todos y servidor de todos.
36Y cogiendo a un
criadito, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
37 -El que acoge a un
chiquillo de éstos como si fuera a mí mismo, me acoge a mí; y el que me acoge a
mí, no es a mí a quien acoge, sino al que me ha enviado.
Exclusivismo de los
Doce (Lc 9,49-50)
38Juan le dijo:
-Maestro, hemos visto
a uno que echaba demonios en tu nombre y hemos intentado impedírselo, porque no
nos seguía.
39Pero Jesús le
replicó:
-No se lo impidáis,
pues nadie que actúa con fuerza como si fuera yo mismo puede al momento renegar
de mí.
40 O sea, que quien no está contra nosotros está
a favor nuestro. 41 Además, quien os dé a beber un vaso de agua por razón de
que sois del Mesías, no quedará sin recompensa, os lo aseguro.
Aviso contra la
ambición (Mt 18,6-9; Lc 17,1-2)
42Pero al que
escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le
encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar.
43 Si tu mano te pone
en peligro, córtatela; más te vale entrar manco en la vida que no ir con las
dos manos al quemadero, al fuego inextinguible. 45y si tu pie te pone en
peligro, córtatelo; más te vale entrar cojo en la vida que no con los dos pies
ser arrojado al quemadero. 47y si tu ojo te pone en peligro, sácatelo; más te vale entrar tuerto en el reino de Dios
que no ser arrojado con los dos ojos al quemadero, 48donde su gusano no muere y
el fuego no se apaga. 49Es decir, cada cual ha de salarse con un fuego.
50 ¡Qué buena es la
sal! Pero si la sal se vuelve sosa, (con qué podréis salarla? Tened sal entre
vosotros y vivid en paz unos con otros.
EXPLICACIÓN.
9,30-10,31. Quinta sección: Diferencia en el seguimiento
entre los discípulos/los Doce (israelitas) y el grupo no israelita,
representado ahora por «el chiquillo» (3,36s), el exorcista (9,38s), «los
pequeños» (9,42) y de nuevo por «chiquillos» (10,13-16). La sección se compone
de introducción (9,30-33a) y dos trípticos (9,33b-50; 10,13-31), separados por
una perícopa central (10,1-12).
Introducción (9,30-33a): Viaje hasta Cafarnaún. Ante la
incomprensión de los discípulos, Jesús reitera la enseñanza (cf. 8,31) sobre el
destino del Hombre (él y sus seguidores). Insistencia sobre la muerte (lo
matarán, pero después que lo maten), para hacer resaltar la resurrección, la
continuidad de la vida (30-31). Los discípulos, refractarios a la enseñanza
(32).
33b-50. Primer tríptico.
a) (9,33b-37): En Cafarnaún, en la casa/hogar (gr. oikia),
figura de la comunidad (2,15: los dos grupos de seguidores:
discípulos/israelitas y «pecadores»}. Pregunta comprometedora (33). Ambición de
preeminencia, según el criterio del judaísmo, en contraste con la enseñanza
anterior (34). El silencio muestra su obcecación (cf. 3,5). Llamó, porque no
«están con él», sino distanciados; los Doce, los discípulos en cuanto
constituyen el Israel mesiánico; Jesús va a recordarles lo que significa “estar
con él" (3,14). Primero, el que está más cerca de Jesús en el seguimiento
(la verdadera preeminencia). Se explicita la primera condición (8,34): ser
último de todos y servidor de todos equivale a «renegar de sí mismo»,
renunciando a toda ambición (35). El criadito (lit. «el chiquillo» o pequeño
servidor, cf. Mt 18,2), al mismo tiempo el último de todos y el servidor de
todos; cogiendo, Jesús no lo llama, porque «está con él»: es figura de los
seguidores no israelitas (no incluidos en los Doce/los discípulos) (3,32.34;
4,10; 5,24b; 7,14; 8,34; 9,25); en medio, como modelo; lo abrazó, amor e
identificación (3,35: «hermano mío y hermana y madre») (36). En la misión,
llevan la presencia de Jesús y del Padre (37). Me muestra las tendencias y
tensiones existentes en su época.
b) (9,38-41): Juan, el autoritario (3,17: «el Trueno»),
habla en nombre del grupo, que comparte su actitud (hemos intentado). No
toleran que ejerzan la misión quienes no aceptan las categorías del judaísmo
(no nos seguía) (38). Como “el chiquillo", también el individuo anónimo
representa a los seguidores no israelitas, pero ahora en la actividad, que,
fundada sobre el verdadero seguimiento, es liberadora como la de Jesús (cf.
3,14-15; 6,7), mientras los discípulos, por su falta de seguimiento, fracasan
(9,18.28). Jesús reprueba el intento. Quien libera como si fuera él tiene una
adhesión estable a su persona y es un aliado (39-40). Si los Doce, en la
misión, reflejan la figura de Jesús Mesías, llevarán también ellos la presencia
de Jesús y del Padre (recompensa) (cf. 9,37) (41).
c) (9,42-49): La ambición, en cambio, pondría en peligro la
adhesión de los seguidores no israelitas (estos pequeños = 9,36s: “el/los
chiquillos”); «pequeño» se opone a «más grande» (9,34), e indica al que no
tiene ambición de honor o preeminencia. Alternativa entre vida y muerte: en la
actividad (43: mano), en la conducta (45: pie), en el deseo (47: ojo), renunciar a todo lo que signifique ambición y
hace ser infiel al mensaje (te pone en peligro). Sólo éste lleva a la vida, lo
contrario lleva a. la muerte (42-48). Para tener la sal (principio de
incorrupción), es decir, la fidelidad al mensaje, el seguidor de Jesús necesita
esa autodisciplina (juego que sala y conserva, opuesto al fuego que destruye,
v. (49). Algunos mensajes intercalan los vv. 44 y 45, idénticos al v. 48.
50. Colofón: Excelencia de la fidelidad (la sal). Si es
meramente exterior, la situación no tiene remedio (cf. 7,6). Exhortación a la
unidad. La fidelidad de todos al mensaje conservará la paz en la comunidad
(50).
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